lunes, 24 de marzo de 2008

Comentario publicado en la revista del IES Isaac Peral de Cartagena

Con motivo de la pasada festividad de Santo Tomás de Aquino, y también coincidiendo con los actos de final del segundo trimestre del curso lectivo, se organizaron en el Instituto de Enseñanza Secundaria Isaac Peral de Cartagena sendos “mercadillos solidarios”. Esta es una iniciativa que se viene realizando en este Instituto desde hace años como parte de las actividades que convoca el Taller Solidario que existe en dicho centro.
Este Taller Solidario se creó hace tiempo a instancias de algunos profesores del centro, y persigue como fines el concienciar y sensibilizar a la comunidad educativa (alumnos, profesores, trabajadores del centro, padres y madres...) ante las situaciones de injusticia o desigualdad que se dan en el mundo, y colaborar de forma activa con asociaciones y ONGs que trabajan sobre estos problemas.
En estas dos últimas ocasiones, la mayor parte de la recaudación de estos mercadillos (los citados al principio) se ha destinado a Morning Tears, con un total de 180 Euros que se depositaron en la sede de FAMUR a principios de Semana Santa.
No son los únicos motivos de alegría el comprobar la implicación de la comunidad escolar, donde cada miembro, en la medida de sus posibilidades, compra o se desprende de cosas que dona para su venta; ni el dinero en sí que se envía y que sabemos supone mucho más para estos pequeños nuestros en China que para nosotros; sino que también nos alegramos porque, poquito a poco, estamos dando a conocer Morning Tears y la labor que desarrolla, y extendiendo cada vez más esta causa que hemos hecho nuestra y por la que nosotros sabemos, y así cada vez más gente, que merece la pena emplear tiempo, esfuerzo y dinero.
Muchas gracias a todos los que han colaborado y colaboran con nosotros y gracias a los que lo han hecho en esta ocasión desde el Instituto Isaac Peral.

viernes, 14 de marzo de 2008

Las compras de la semana


El Instituto Isaac Peral de Cartagena, ha adquirido los siguientes productos para el equipamiento de la casa de nuestros niños.

Gracias de corazón.

1 botiquín, 2 juegos de sábanas, 1 funda nórdica, 1 edredón y 2 Almohadas!!!!!

jueves, 13 de marzo de 2008

La historia de Wang

Wang Anxin entró en contacto con Morning Tearse hace seis meses. Una mañana, dos policías de servicio la llevaron desde la rual Pucheng hasta Xian. Le dijeron que esperase en la aldea de niños de Morning Tears hasta que volvieran del centro de la ciudad por la tarde. Dos días más tarde, le dijeron que este sería el lugar donde pasaría el resto de su infancia.
Ahora, Wan Anxin es “feliz”. Los cuidadores de Morning Tears estiman que tiene unos 7 años. Una escuela local aceptó escolarizarla por una matrícula razonable aunque no tiene documentos ni, por lo tanto, derechos. El director cree que sólo unas cuantas personas deberían conocer su procedencia. Wang Anxin sería condenada socialmente y muchos padres cambiarían a sus hijos de escuela. El profesor dice que es brillante, pero con regularidad pierde la concentración.
De forma monótona, Wang explica cómo su madre mató a su padre. Wang cree que su madre hizo lo correcto. Antes, su padre había matado a su hermana pequeña e intentó dos veces matar a Wang, tirándola también a un pozo del pueblo. Pegaba frecuentemene a la madre porque no había sido capaz de alumbrar un varón.
La madre de Wang no será ejecutada. El juez consideró que su acto fue en defensa propia. Lo que más gusta a Wang son sus amigos de la Aldea de los Niños y su cumpleaños. Emocionada, explica cómo el mes pasado los otros niños le cantaron y cómo comieron dulces juntos. Los cuidadores eligieron el 15 de agosto como día de su cumpleaños. Lo que a Wang no le gusta es el frío durante la noche y los lavabos en la Aldea de los Niños. El gobierno municipal decidió que no se podían usar más sistemas de calefacción por carbón en la ciudad para reducir la contaminación. Con mantas extra y durmiendo tres en una cama, los niños intentan combatir los menos 15 grados Celsius. El lavabo está al final del pasillo. Hace dos meses dejó de orinarse en la cama. Está orgullosa, pero no le gusta ir por la noche al baño porque tiene miedo de que los niños mayores le hagan lo que le hicieron a su amiga Chu.
Cuando se le pregunta si hay algo especial que le gustaría, sus ojos empiezan a brillar. “Ver a mi madre”, dice con voz temblorosa. En un mes, China celebrará el Festival de la Luna. Estamos negociando con la prisión para que permita a Wang Anxin visitar a su madre en esa fecha. Quizás pueda incluso sentarse en su regazo un rato.