Dolores Chumillas es la madre de una niña robada. Han pasado más de tres décadas, pero recuerda perfectamente los terribles dolores del parto y la alegría que sintió al ver a su hija recién nacida. Apenas la sostuvo en brazos, porque afirma que se la arrebataron al poco tiempo en la clínica de Bilbao donde dio a luz. "La vendieron por 200.000 pesetas", sostiene. Dice que ha perdido las ganas de vivir, pero aún sueña con encontrar a su niña algún día para explicarle que no fue ella quien la abandonó, insiste. Que se la quitaron.
1 comentario:
¡Que fuerte me parecen todas estas histórias!
Los padres adoptantes queremos adoptar pero..... ¡no a cualquier precio!.
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